¿Qué es la ventosaterapia, y para qué sirve?


La ventosaterapia

Resulta algo insólito ver como prácticas de miles de años de antigüedad permanecen “ocultas” a simple vista para gran parte del mundo. Día a día parecen salir a flote nuevas técnicas, nuevos remedios, y nuevas curas que por muy vanguardistas que puedan lucir, tienen un origen que se remonta a miles de años atrás. Tal es el caso de la ventosaterapia, también conocida como cupping.

Esta terapia, que nació en la medicina tradicional china hace más de mil años, fue replicada posteriormente en los pueblos del Medio Oriente y en la pujante civilización egipcia. Básicamente, la ventosaterapia o cupping consiste en aplicar sobre zonas claves de la piel receptáculos que crean succión, lo que se traduce en un abultamiento de la piel y la dilatación de los vasos sanguíneos.

Antiguamente se empleaban vasos de vidrio o bambú calientes, pero los avances tecnológicos han permitido que la práctica se realice mediante bombas manuales, facilitando así el trabajo de los terapeutas.

cupping o ventosaterapia

La eficacia de la ventosaterapia ha sido cuestionada una y otra vez por muchos especialistas, quienes alegan que no es más que un efecto placebo. Sin embargo, una revisión de los trabajos sobre la materia en los últimos 20 años, concluyó que su acción va más allá de ser un mero placebo, y comparan al cupping con otros tratamientos como la acupuntura o la medicina naturista.

A pesar de sus detractores, se cree que esta terapia es altamente beneficiosa para tratar dolencias musculares, mejorar la circulación y combatir afecciones respiratorias. De acuerdo a sus practicantes, el objetivo primordial es liberar las toxinas acumuladas en el organismo, aliviar el dolor y favorecer la circulación sanguínea, sin embargo, es conveniente analizar con mayor detalle cuáles son los beneficios que se le atribuyen a la ventosaterapia:

  1. Mejora la salud de la piel

Uno de los usos más populares de la ventosaterapia es como aliado para mejorar el estado de nuestra piel, tratando eficazmente algunas condiciones como celulitis, acné, y herpes zóster. En general, la succión aporta a la piel una mayor tonificación y más firmeza, y es ahí donde radica su creciente popularidad en celebridades y artistas, quienes acuden a la ventosaterapia como método para mantener su “eterna juventud”.

Por si fuera poco, la acción de las ventosas favorece al desplazamiento y por ende al drenaje de los líquidos retenidos en el cuerpo. Este beneficio de la ventosaterapia permite que, si se aplica la misma en puntos estratégicos como muslos y abdomen, el volumen corporal se reduzca al eliminar líquidos estancados.

Algunos estudios han apuntado que el cupping puede incluso mejorar los registros de los antibióticos tales como la tetraciclina o el ketoconazol a la hora de curar el acné, esto se debe a que las ventosas optimizan la circulación y reducen los tejidos inflamados. No obstante, no existe evidencia cuantiosa sobre este punto en específico.

  1. Alivia el dolor

Este es uno de los principales motivos por los que los pacientes acuden a la ventosaterapia: una alternativa ideal para mitigar o erradicar los dolores musculares y de las articulaciones.

El éxito del cupping en este apartado se basa en que esta técnica relaja los músculos y favorece su pronta recuperación, además, el efecto de succionar sobre los puntos adoloridos hace que los vasos sanguíneos se dilaten, la sangre fluya mejor por estas zonas, y los músculos afectados reciban una buena dosis de nutrientes y oxígeno.

La comprobable eficacia de la ventosaterapia para tratar cuadros de dolor físico ha hecho que esta técnica, misteriosa para muchos, sea empleada por deportistas de la talla de Michael Phelps, quien lució en los Juegos Olímpicos de Río 2016 unas marcas circulares en su cuerpo… ya se imaginarán qué se las causó.

Y más allá de los dolores musculares, ciertas investigaciones le otorgan a la ventosaterapia un gran poder curativo frente a dolores producto del cáncer, migrañas, e incluso malestares respiratorios. Lo que nos lleva al siguiente beneficio.

  1. Trata afecciones respiratorias y resfriados

Otro de los efectos positivos que trae consigo la estimulación del flujo sanguíneo y del líquido retenido gracias a la ventosaterapia, es la reducción de los períodos recuperativos de enfermedades respiratorias. Por este motivo, se ha empleado tradicionalmente esta terapia para combatir males como la flema o la congestión respiratoria, así como para prevenir las patologías de esta naturaleza.

 

En este punto en específico, parece ser que la historia es el mejor aval que puede tener el cupping: esta técnica era el remedio predilecto para luchar contra la temida tuberculosis, mucho tiempo antes de que la medicina moderna desarrollara alguna cura.

 

  1. Propicia la relajación

 

El hecho de que la ventosaterapia resulte relajante puede explicarse analizando dos de sus efectos, uno físico y otro mental. Comencemos por el aspecto físico: la succión creada por los vasos o la bomba, alivia toda la tensión que existe en los músculos, lo que inmediatamente deriva en una sensación de relajación, similar a la que se puede experimentar gracias a masajes corporales.

 

Pero esto no acaba aquí, ya que el cupping también ofrece un estado de relajación mental… ¿Por qué? Para empezar, la terapia suele realizarse colocando al paciente en posición horizontal, en entornos creados especialmente para hacerlo sentir cómodo y cuidado. Y como si ya esto no fuera suficiente, el tiempo que dura la sesión es un lapso donde se “obliga” a la persona a estar inmóvil y en silencio, básicamente, no hay escapatoria, la ventosaterapia te hará sentir relajado sí o sí.

 

Puntos a tener en cuenta

 

Como sucede con todas las técnicas y terapias, antiguas y modernas, la recomendación primordial es que acudas a un especialista entrenado para realizar la ventosaterapia, y no te dejes llevar por quienes afirmen ser “expertos” en la materia. Además, debes tener presente que los vasos pueden generar cierto nivel de dolor leve, y que esta práctica suele dejar marcas en la piel por días, hasta semanas.