Con el término de Terapia Miofascial se hace referencia a las técnicas fisioterapéuticas que tratan los dolores que se originan de forma miofascial. A finales de la década de los 80s, los dolores de origen miosfacial adquirieron una gran relevancia dentro del mundo de la Fisioterapia. Debido a que las técnicas miofasciales se convirtieron en una manera de abordar los dolores esparcidos y de origen desconocido para los pacientes.
Desde esa época, la Fisioterapia Miofacial ha mostrado una evolución considerable que en la actualidad muestra diversas técnicas que tratan con eficiencia los tratamientos que se usan para combatir esos dolores.
La Fisioterapia Miofascial presenta diversos enfoques que comprende una serie de técnicas que exploran las bandas musculares que se ponen tensas, y los conocidos gatillos miofasciales, que causan dolor y tensión a nivel muscular.
Estas técnicas se han aplicado en diversos campos, como la reumatología, la fisioterapia deportiva y la traumatología, logrando así resultados óptimos que le han dado el reconocimiento merecido a la fisioterapia Miofacial.
¿Qué es la fascia?
El sistema fascial no es muy conocido por la mayoría de las personas pero un fallo en esta zona puede causar o agravar los problemas físicos. De esta manera se puede entender que las fascias son un tejido que se forma por el colágeno y recubre todos los músculos del cuerpo, actuando de manera que da integridad a los sistemas celulares, haciendo que el cuerpo actúe como un solo ser.
El sistema fascial es un entramado tridimensional que está disperso en toda la extensión del cuerpo, ya sea en sus elementos superficiales, envolviendo al cuerpo y la cara profunda de la piel, o en la profundidad de los músculos, articulaciones, huesos y vísceras.
Ya que todo el organismo se encuentra recubierto de fascia, hace que su buen estado sea indispensable para que el cuerpo tenga una función correcta. Por eso es que el sistema fascial no se relaciona únicamente con los dolores comunes en los músculos y articulaciones que obligan a las personas a visitar al fisioterapia. Además, regula movimientos fisiológicos que son muy importantes y vitales, como la expansión de los pulmones al respirar.
Uno de los problemas más comunes que afectan al sistema Fascial es el dolor miofascial, que altera la longitud verdadera del músculo y de su tono muscular (también en sus músculos) produciendo dolor y tensión, por lo que el tratamiento debe ser asignado por fisioterapeutas expertos con trayectoria y experiencia.
Este síndrome se origina en unos puntos conocidos como gatillos miofasciales, unas zonas que se ponen tensas o agarrotadas por la contracción muscular. Aquí nace el dolor que es puntual y profundo.
La fascia también puede adquirir enfermedades, por lo cual se le debe prestar una atención especial que permitirá obtener salud. Ya que si no son tratados, puede afectar la postura corporal y generar problemas en otros lugares del cuerpo. Tener una alimentación con equilibrio e hidratación constante, generará colágeno, el fundamental elemento de la fascia.
¿Cómo es una sesión de liberación miofacial?
La técnica de liberación miofascial no se aplica individualmente, ya que los profesionales deben combinar ciertos tratamientos que generan beneficios mayores. Está demostrado que cuando se combinan diversas técnicas, se amplía la efectividad del tratamiento y pueden ser resueltos los problemas que generan el dolor o la enfermedad.
Una sesión de liberación miofascial se extiende a lo largo de una hora e inicia con la palpación del fisioterapeuta en el cuerpo del paciente, para determinar así el estado del sistema fascial y la alteración que posee.
Una vez que se tiene un diagnostico del problema, se debe calentar la fascia para que sea manejable por el profesional, quien trabajará con las palmas, dedos, codos, estimulando la fascia y así manipularla posteriormente. En este momento, el fisioterapeuta realiza ciertos estiramientos a través de movimientos largos.
Es una sesión de mucha tranquilidad y calma que se puede estirar y ayudar el trabajo manual, logrando así su reforzamiento.
Una sesión es suficiente para que se perciba una mejora notable en las tensiones del sistema facial, pero el fisioterapeuta es quien tiene la última palabra y decide el número de sesiones que el paciente necesitará, ya que dependerá del estado de la fascia y la existencia del dolor en los puntos gatillos.
Advertencia sobre la liberación miofascial
La liberación miofascial permite la eliminación de toxinas y líquidos retenidos en el cuerpo, pero no se puede considerar un tratamiento de estética, por ello se debe acudir a clínicas que posean fisioterapeutas especializados. Si se trata la fascia sin conocimientos indispensables, sobre todo al tener un dolor, puede ser perjudicial, por eso, si se quieres eliminar la celulitis o hacer una rebaja de inflamación en las piernas, es recomendable que te hagas un tratamiento linfático
El recorrido que tiene la fascia es continuo, de tal manera que se producirán restricciones en distintas partes del cuerpo. Produciendo lesiones, accidentes, caídas, mestruación dolorosa o posturas inadecuadas que deban ser corregidas con intervención quirurgica.
Si la disfución miofascial no se trata a tiempo, puede producir un círculo vicioso, con mucha tensión y espasmos musculares, que provocaran una disfunción orgánica en el cuerpo y a su vez, mucho dolor muscular.